Alimentación natural para gatos

Alimento natural, por definición

Los términos “alimento natural” o “100 % natural”, cada vez más comunes, hacen referencia a alimentos no ultraprocesados, elaborados a partir de ingredientes naturales (es decir, sustancias producidas por organismos vivos que se encuentran también en la naturaleza). Esto se aplica tanto a nuestra dieta como a la alimentación felina. Un alimento natural para gatos es aquel que no ha sido procesado, o lo ha sido mínimamente, y que no contiene aditivos como hormonas, antibióticos, edulcorantes, colorantes, conservantes o potenciadores del sabor. Aun así, cubre todas las necesidades nutricionales del gato.

El instinto salvaje en todo gato doméstico

Para hablar de alimentación natural en gatos, primero debemos preguntarnos: ¿de dónde viene nuestro gato? ¿Quién fue su antepasado? Desde hace milenios, los gatos han vivido en distintos entornos, adaptándose a todo tipo de terrenos y climas. Han cazado en las sabanas africanas, en las llanuras asiáticas y en los bosques de Europa y América.

Todos los gatos actuales descienden del gato montés Felis silvestris lybica, conocido en inglés como North African / Southwest Asian Wildcat. Fue durante el Neolítico en el Cercano Oriente, hace unos 12.000 años, cuando el ser humano comenzó a cultivar la tierra y se inició la domesticación. Desde entonces, los gatos nos han acompañado, ayudándonos a proteger cultivos y convirtiéndose en fieles compañeros. En muchos casos, son parte esencial de la familia.

Carnívoro estricto

El gato es un carnívoro estricto. En su estado natural, caza pequeñas presas herbívoras como ratones, ratas, aves, reptiles e insectos. No puede ser vegetariano, aunque su tutor lo sea.

Los gatos consumen a sus presas en su totalidad, lo que les proporciona una nutrición completa. Estas contienen todas las proteínas y ácidos grasos esenciales que necesitan. Es posible reproducir este tipo de dieta natural en el hogar, pero es crucial asegurarse de que sea equilibrada y adecuada a las necesidades del animal. Muchas personas creen que las carnes crudas o picadas para mascotas que se venden en supermercados o tiendas especializadas son alimentos completos. Pero en la mayoría de los casos, se trata solo de carne muscular picada, muy pobre en minerales y vitaminas esenciales. Esto puede provocar enfermedades nutricionales. Algunas de estas carnes también contienen conservantes a base de azufre, relacionados con el asma felino y que pueden inactivar importantes vitaminas del grupo B. El pescado, por su parte, contiene enzimas que reducen la disponibilidad de tiamina en la dieta.

Con los conocimientos adecuados y la orientación de un veterinario especializado en dieta cruda, es posible alimentar al gato con una dieta cruda equilibrada y saludable. Con práctica, no tiene por qué ser complicado. Además, al ofrecer una dieta diseñada para su biología, se estimula su aparato masticatorio, lo que favorece la salud dental, digestiva y mental. Una dieta rica en proteínas es esencial para los gatos, ya que no pueden sintetizar ciertos aminoácidos vitales, como la taurina, sin el aporte proteico adecuado.

Sin embargo, hoy en día hay muy pocos gatos que realmente vivan en estado salvaje y cacen por sí mismos, sobre todo en los países industrializados, donde la vida silvestre es cada vez más limitada. La mayoría de los gatos vive con humanos, y hasta los que deambulan por las ciudades suelen ser alimentados por personas.

Al alimentar a nuestros gatos, tanto a los domésticos como a los que viven en libertad, a menudo olvidamos que tienen requerimientos nutricionales muy específicos. Muchos alimentos comerciales no los cubren adecuadamente. Aunque existe una amplia oferta de productos procesados, cómodos y fáciles de usar, muchos de ellos no proporcionan el equilibrio nutricional necesario.

Una de las principales razones por las que la industria utiliza proteínas de baja calidad, muchas ni siquiera de origen cárnico, o rellenos a base de carbohidratos, es el alto coste de las proteínas de buena calidad.

B.A.R.F.

Aun así, es posible imitar una dieta salvaje para los gatos. Una opción es la llamada dieta B.A.R.F., “Bones and Raw Foods” o “Biologically Appropriate Raw Foods”, es decir, una dieta cruda. Esta puede ser una buena alternativa, siempre que esté equilibrada y cubra todas las necesidades nutricionales del gato. Aunque la dieta cruda puede parecer natural, implica ciertos riesgos. Parásitos como la toxoplasmosis y bacterias como salmonela, E. coli o listeria pueden estar presentes en la carne cruda.

El gato puede infectarse directamente al consumir estos alimentos, pero también su tutor puede estar expuesto al manipularlos. ¿Quién no permite que su gato duerma en la cama o le lama las manos o la cara? Esta cercanía puede dar lugar a una contaminación cruzada y poner en riesgo la salud humana.

Comida casera para gatos

¿Y si preparamos la comida del gato en casa? Cruda o cocida, puede parecer sencillo. Las numerosas recetas disponibles en internet demuestran su popularidad, especialmente en Estados Unidos. Incluso hay sitios web que promueven la alimentación vegana para gatos, dirigida a tutores veganos. Seamos el abogado del diablo: “Si no mata a mi gato de inmediato, seguro que no está mal, ¿verdad?” Pero los gatos son organismos complejos con necesidades específicas. Una dieta desequilibrada, con carencias o excesos de vitaminas o aminoácidos, puede no causar un daño inmediato, pero sin duda afectará su salud y su calidad de vida a largo plazo.

Nuestra propuesta

En 3coty® optamos por otro camino. Elaboramos nuestros alimentos bajo los más altos estándares de calidad y utilizamos únicamente carnes certificadas. Así garantizamos que los gatos reciben proteínas, aminoácidos y vitaminas de primera calidad. Cocinamos la carne a baja temperatura y durante poco tiempo, conservando así sus nutrientes esenciales. Nuestro producto es 100 % a base de carne, como en la naturaleza. Es 100 % natural, como en la naturaleza. Al añadir los nutrientes necesarios, convertimos a 3coty® en una dieta completa para gatos. No contiene químicos, ni rellenos, ni colorantes, ni potenciadores del sabor, ni carbohidratos. Nuestro alimento se aproxima lo máximo posible a una dieta natural felina y es 100 % seguro, libre de patógenos, parásitos o bacterias. Para nosotros, la forma más saludable de alimentar a un gato es la más natural. Porque una alimentación sana contribuye a mantener y mejorar la salud general del gato, y con ello, la calidad de vida compartida con él.

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